HACER ARMARIOS EMPOTRADOS, LOS REYES DEL MOBILIARIO

Hacer armarios empotrados es uno de los servicios más demandados a los profesionales del sector del mueble. Los clientes quieren armarios empotrados para darles una infinidad de utilidades: como despensa, guardar prendas de ropa, toallas y sábanas, guardar maletas y objetos que usen con más o menos frecuencia…

El armario empotrado es la solución ideal para aprovechar rincones y habilitar una gran capacidad de almacenamiento ahorrando espacio. Un rincón entre dos paredes, el hueco bajo la escalera… Muchos pisos modernos incluso dejan en cada dormitorio espacios pensados ex profeso para instalar en ellos este tipo de mobiliario. Los armarios empotrados permiten aprovechar al milímetro el espacio, un recurso no demasiado abundante en la mayoría de los hogares.

Este tipo de armarios suele además ser más amplio y grande que los armarios convencionales. Para empezar, muchas veces ocupan todo el espacio en altura, hasta el techo. Esto además evita la existencia de recovecos difíciles de limpiar en los que se acumula el polvo.

Estas son algunas de sus principales ventajas. Por contra, los armarios empotrados solo tienen un inconveniente obvio: no se pueden mover de sitio, ya sea para renovar la organización de una habitación o para mudarse de vivienda.

EXTERIOR 

Los armarios empotrados quedan muy integrados en la estancia y proporcionan más sensación de elegancia y modernidad.

Dependiendo del espacio disponible, podemos usar puertas abatibles, plegables o correderas. Las abatibles y plegables precisan de un mayor margen para desplegarse, un mínimo de 60 centímetros. Por su parte, con las puertas correderas basta con tener sitio para que el usuario pueda colocarse delante del armario.

En cualquier caso, a la hora de hacer armarios empotrados hay que diseñar las puertas según el estilo del resto de la estancia. Pueden estar realizadas en maderas de distintos tonos, o estar lacadas del color deseado. Incluso pueden colocarse fotografías o cuadros en sus puertas. Además, también pueden utilizarse para cubrirlas con cristales o espejos, para lucir el interior o hacer que la habitación parezca más grande.

INTERIORES PARA ARMARIOS EMPOTRADOS

Muy a menudo, en las casas nuevas los armarios empotrados se entregan con un interior muy básico y desaprovechado. Si tu cliente se ha topado con este problema, hoy puedes ofrecerle una amplia gama de accesorios para interior de armario para personalizarlo y aprovecharlo al máximo según sus necesidades individuales. Por ejemplo, si se trata de un armario ropero: barras para colgar a dos alturas, percheros basculantes, cajoneras, estantes, zapateros, etc.

CÓMO HACER ARMARIOS EMPOTRADOS

Lo primero es medir cuidadosamente el espacio disponible, dejando un margen de un par de centímetros por lado para los posibles ajustes que haya que hacer, por ejemplo por irregularidades en la pared. Haz un esquema del entorno teniendo en cuenta si hay columnas, vigas, molduras, rodapiés, interruptores, enchufes, etc.

Una vez están claras las medidas, diseña el interior y el exterior junto a tu cliente, que tendrá que guiarte a la hora de tomar decisiones clave como las dimensiones de cada espacio. Lo normal en el interior de un armario empotrado es dividirlo por módulos.

Los altos no deben llegar hasta el techo, ya que te complicaría el acceso a muchas prendas o enseres que guardes. La solución es colocar sobre los módulos grandes pequeños módulos que sirven para almacenar cosas de temporada que se usen menos.

Lo primero es fabricar la estructura del armario, comenzando por los bastidores que lo sujetarán. Una vez hecho esto ya puedes colocar las escuadras y sujetar los paneles del armario a los bastidores. Con esto tendrás lista toda la estructura del armario.

Ahora ya puedes colocar los elementos de su interior: cajoneras, estantes extraíbles, corbateros, espejos, etc. Como sabes, este es un proceso más complicado y laborioso de lo que parece.

Coloca las guías de las puertas correderas y los embellecedores laterales. Remata todo el perímetro con tapajuntas o molduras. Lo puedes hacer con una ingletadora o caja para ingletes. Pégalos con adhesivo de montaje y asegurarlos con clavos de aguja sin cabeza, prácticamente invisibles.

El final de un armario empotrado es montar el frente, ya sea encajando las puertas correderas en los raíles o instalando puertas abatibles o plegables.

El armario empotrado ya está listo para que el cliente pueda empezar a colocar lo que desee almacenar en él y disfrutar de una nueva sensación de orden y limpieza.

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